A comienzos del mes de octubre, el IMD World Competitiveness Center's Smart City Observatory ha publicado, en asociación con la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur, el IMD Smart City Index 2019. Este índice, que se encuentra en su primera edición, se centra en la medición de cómo los ciudadanos perciben los esfuerzos que su ciudad realiza para convertirse en Smart City. Ello tiene en cuenta aspectos económicos y tecnológicos, pero desde un enfoque social adaptado a las "dimensiones humanas", tal y como explica el propio observatorio.

La metodología usada en la elaboración del índice ha consistido en la obtención de las percepciones de 120 habitantes de cada una de las 102 ciudades presentes en el ranking. Estas percepciones se fundamentan en dos pilares principales: uno estructural centrado en las infraestructuras existentes en las ciudades; y uno tecnológico centrado en los servicios y provisiones disponibles para los habitantes. Además, cada uno de esos pilares se evalúa sobre cinco áreas clave: salud y seguridad, movilidad, actividades, oportunidades y gobernanza. Junto con ello, se realiza una medición de 15 indicadores, para los cuáles se solicita los 5 más importantes de acuerdo con la consideración de los encuestados respecto de las mayores necesidades de la ciudad.

En el ranking, las 10 ciudades que mayores esfuerzos realizan a ojos de sus habitantes para convertirse en Smart Cities serían: 1. Singapur, 2. Zurich, 3. Oslo, 4. Ginebra, 5.Copenhague, 6. Auckland, 7. Taipei, 8. Helsinki, 9. Bilbao, 10. Dusseldorf. Además de Bilbao (9), aparecen otras ciudades en la clasificación del IMD Smart City Index como Madrid (21), Barcelona (48) o Zaragoza (49). Bilbao destaca en aspectos como su transporte público, el saneamiento básico en las zonas más humildes, los espacios verdes, la prestación de servicios médicos y los servicios de reciclaje en cuanto a estructuras. También destaca por la mejora en la organización de citas médicas online, así como por su uso en la compra de entradas para espectáculos.

El resto de ciudades, caso de Madrid, destaca por aspectos relacionados con el saneamiento básico en las zonas más humildes, así como en los servicios de reciclaje, transporte público, actividades culturales o servicios de búsqueda de empleo. Barcelona, en su caso, mantiene unas clasificaciones similares, si bien sus ciudadanos priorizan el acceso a una vivienda asequible y el empleo satisfactorio.

La publicación de índices como este demuestran los esfuerzos que las ciudades españolas realizan por introducir la innovación en la vida de sus ciudadanos. Desde la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) se quiere destacar este aspecto. La cooperación entre ciudades que integran la RECI, así como el trabajo estructurado en sus grupos, es fundamental para exportar estos casos de éxito.